Durante la cima de su carrera, Pink Floyd se enfrentó a las típicas tensiones de una banda de rock, una de las cuales incluía la percepción de “venderse”. Roger Waters sentía que Richard Wright, uno de los miembros clave de la banda, se estaba volviendo demasiado pretencioso.

Aunque Pink Floyd ya había dejado de ser una banda de underground a finales de los 70, habiéndose convertido en una de las mayores estrellas del rock mundial, Waters mantenía un espíritu rebelde.

A través de álbumes como ‘Wish You Were Here’ y ‘Animals’, insistía en que la vida de una estrella de rock no era siempre glamorosa. El éxito trajo consigo un aislamiento que, en ocasiones, significaba distanciarse incluso de los propios compañeros de banda.

Roger Waters le dijo a Richard Wright “vendido”… por comprarse una casa de campo

Wright, cuya interpretación en ‘Wish You Were Here’ fue impecable, mostró un estilo más contenido en ‘Animals’. Esto contrastaba con las complejas armonías de guitarra de David Gilmour. Sin embargo, fuera del estudio, Wright enfrentaba críticas de Waters por su estilo de vida.

Después del lanzamiento de ‘Dark Side of the Moon’, Wright recordó una confrontación con Waters, quien le acusó de haberse vendido al comprar una casa de campo. Según Wright, Waters le dijo:

No puedo creer que hayas hecho esto. Te has vendido. Estás haciendo lo que hace cualquier otra estrella de rock” (vía Far Out).

Wright le respondió llamándole hipócrita, ya que Waters también adquirió una casa de campo poco después, justificándolo con: “No la quería. Mi esposa la quería.” Wright consideró esta excusa como una “absoluta mierda”.

Las tensiones culminaron durante la producción de ‘The Wall’, donde Waters excluyó a Wright del proyecto. Cuando la banda llevó el álbum de gira, Wright fue relegado a la posición de músico asalariado.

A pesar de estos conflictos, Wright no se vendió en el sentido tradicional. Su trabajo en solitario y su regreso a Pink Floyd con ‘The Division Bell’ mostraron su dedicación a las raíces progresivas de la banda. Incluso colaboró con artistas de la siguiente generación, como Sinead O’Connor.

A pesar de que a finales de los 70 Wright no encajaba completamente con el rumbo de Pink Floyd, acusarle de venderse era una acusación injusta por parte de Waters. Wright siguió siendo un explorador sonoro hasta su fallecimiento, dejando un legado musical impresionante tanto con la banda como en su carrera en solitario.